Hablemos de landings para vender, o lo que es lo mismo: páginas de venta, cartas de venta, o squeeze page si nos ponemos en modo gringo. Su nombre nos importa poco, lo importante es el objetivo: vender. Cuanto más, mejor.
En este caso, vender cursos o formación online. Y es que…
… ahí fuera hay landings muy malas.
En diseño y en forma.
Y hasta cierto punto, es normal. No es fácil diseñar una buena landing que convierta visitas en ventas. La mayoría de blogs te dirán que la clave para triunfar es tener un buen diseño, la estructura perfecta o… un buen producto.
No, no y no.
Hay otro componente más importante y que marca casi toda la diferencia. No es fácil de lograr y es por eso que la mayoría de landing pages para cursos tienen porcentajes de conversión muy bajos.
Quédate por aquí y veamos juntos los “secretos” que esconde una landing page vendedora. Te enseñaré cual es el ingrediente más importante de todos para vender y que, sorprendentemente, ni las mejores agencias utilizan (excepto en la mia, santaventa.com).
Tu landing page debe comenzar llamando la atención al usuario. Sin eso, cerrará su navegador y se irá a otra parte. El titular o encabezado debe ser sorprendente para el público objetivo al que te diriges. Esto es extremadamente importante. Sin esto, tu comprador no pasará al siguiente párrafo y no venderás una mierda.
Así de simple.
Si has hecho los deberes (y luego veremos una manera de hacerlos) sacar un buen titular no te será difícil. Contra todo pronóstico, un titular NO debe ser creativo, original y llamativo.
No.
Mi consejo como publicista es que sea emocional, fácil, cuotidiano, y que el lector se sienta muy identificado al leerlo. Existen muchos “trucos” como el humor, la incoherencia, la comparación, etc.
Ejemplo práctico:
Vendes un curso online de introducción a la cocina. Te diriges a personas que tienen cero conocimiento y no saben preparar ni un huevo frito o cocinar pasta sin que parezca chicle en boca.
Créeme, esa gente existe
Un titular poco trabajado:
“Aprender a cocinar sin esfuerzo en menos de 30 días”
Atento.
No digo que sea un mal titular, pero no está trabajado. No dibuja imágenes en la mente del comprador, y eso es un problema. Debemos lograr que se imagine a el mismo, en su cocina, disfrutando del momento, con música de fondo, olfateando los ingredientes y logrando un plato que deje boquiabiertos a sus invitados.
Porque casi seguro, es lo que quiere.
Un titular ganador podría ser:
“Cocinar platos ricos y saludables en tu casa fácilmente en menos de 30 días puede sonar ridículo, pero más de 145 personas ya lo han hecho y sus amigos y familias dan fe de ello”.
Es largo, pero es mucho mejor que el anterior. ¿Qué tiene de especial?
Nada que ver con el anterior.
Es más humano, normal y coherente.
…
¿Cómo sacar un buen titular para vender cursos online?
Podría destinar un post entero a la creación de titulares, pero ahi van unos consejos prácticos y accionables:
¿Alguna vez has leído una descripción aburrida que te hizo huir? Nos aseguraremos de que eso no le pase a tus visitantes. Aprende cómo escribir una descripción que despierte la curiosidad y el deseo de aprender. No olvides los puntos imprescindibles como …
Una imagen vale más que mil palabras, ¿verdad? Pero solo si es la imagen correcta. Descubre cómo elegir imágenes y contenido multimedia que complementen tu oferta de cursos.
Este es el punto de no retorno. Vamos a mostrarte cómo diseñar un formulario de registro que obtenga la información que necesitas sin asustar a tus posibles estudiantes.
¿Por qué deberían confiar en ti? Los testimonios y reseñas son la respuesta. Aprende a recolectar y mostrar opiniones reales que construyan confianza.
Cada industria demanda una presentación única en sus páginas de venta. No se puede comparar, por ejemplo, la página de inicio de un artículo de belleza con la de un curso en línea. Por esta razón, considerando nuestra vasta experiencia y la de nuestros instructores, una página de reserva para una lección en línea debería contener los siguientes componentes:
Diseño limpio y centrado en la oferta
No queremos abrumar a nadie. Te guiaremos a través de la creación de un diseño limpio que se enfoque en lo que realmente importa: tu curso.
Uso de colores y tipografía coherentes
Los colores y las fuentes no son solo decoración. Descubre cómo usarlos de manera coherente para fortalecer tu marca.
Optimización para dispositivos móviles
La mayoría de las personas navegan en sus teléfonos. Aprende cómo asegurarte de que tu landing page sea perfecta tanto en laptops como en smartphones.
Estrategias para aumentar la tasa de conversión
¿Quieres que más personas se registren en tu curso? Claro que sí. Aquí te presentamos estrategias que te ayudarán a lograrlo.
Uso de llamadas a la acción efectivas (CTAs)
“¡Inscríbete ahora!” ¿Suena familiar? Descubre cómo escribir CTAs que realmente motiven a tus visitantes a tomar acción.
Ejemplos Exitosos de Landing Pages
¿Listo para un poco de inspiración? Te mostraremos ejemplos reales de landing pages que arrasaron en la venta de cursos en línea. ¡Aprenderemos de los mejores!
Herramientas y Recursos Útiles
No te dejaremos solo después de leer este artículo. Compartiremos algunas herramientas y recursos que te facilitarán la creación y análisis de tus landing pages.
Consejos Finales para la Venta de Cursos
Un poco de consejo extra nunca viene mal. Aquí te compartiremos algunos trucos y estrategias finales para llevar tus ventas de cursos al siguiente nivel.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Tienes alguna pregunta que no hemos respondido? Revisaremos las preguntas más comunes que podrías tener.
Al solicitar presupuestos para desarrollar una página web, es común encontrar grandes diferencias entre uno y otro. Puede ser tentador pensar que alguno de ellos está tratando de engañarnos, pero esto no es necesariamente el caso.
La realidad es que el costo de una página web puede variar dependiendo de muchos factores, al igual que cuando se compra una casa o un coche.
Algunos de estos factores pueden incluir la ubicación, los metros cuadrados, la calidad de los acabados, el diseño, y si incluye extras como trasteros o plazas de estacionamiento.
Aunque puede ser difícil obtener un precio específico
Hay muchos tipos de páginas web, pero vamos a centrarnos en aquellas que están diseñadas para generar resultados, negocio, dinero, pasta, cash, clientes, facturación.
Ya me entiendes.
Para tener un sitio web estático y bonito existen plataformas como EditorX, Wix, Squarespace, Carrrd y similares.
Aquí te hablo de un proceso más completo, manual y artesano.
Este incluye un análisis previo y una solución adaptada a los objetivos del negocio. Es más, incluso las webs más económicas deberían cumplir estas premisas, de lo contrario, estarías desperdiciando tu dinero.
Pero claro, esto cuesta dinero.
Me centraré en el diseño de páginas web en WordPress, ya que es el gestor de contenido utilizado por el 30% de todas las webs en el mundo. WordPress es una plataforma flexible y está constantemente actualizada, además cuenta con una gran comunidad de profesionales que están desarrollando productos (plugins, hostings especializados, plantillas, etc) para ampliar sus prestaciones.
Antes de crear tu página web, es importante reflexionar sobre cómo te vas a diferenciar de la competencia. Una buena manera de hacerlo es aplicando el copywriting en tu página web. Esto te garantiza que tu contenido es único, exclusivo y ataca directamente a los deseos y necesidades de tu cliente ideal.
Muchos.
De hecho, cuando un cliente me pide un presupuesto, le pregunto muchas cosas. Y sin responder a estas preguntas, no hay presupuesto posible.
Si me quedo corto, el proyecto no es rentable para mí y me arriesgo a incumplir los plazos de entrega.
Por el contrario, si le pongo un precio más alto del que debe a la web, puedo perder el proyecto o peor aún, entregar algo de valor inferior respecto lo que ha pagado el cliente.
Estos son los factores que más influyen en el precio de una web:
Hay una enorme diferencia entre ellos.
Aparentemente, el rediseño es más fácil, ya que suele implicar solo un lavado de cara estético.
Pero no siempre es así.
Muchos proyectos que me llegan son de pymes que tienen webs con más de 15 URL’s, múltiples entradas en el blog, funcionalidades personalizadas o altos volúmenes de tráfico.
El tráfico es crítico.
Perder tráfico significa perder dinero.
Esto implica tener que realizar una auditoría SEO completa para determinar qué páginas tienen visitas, cómo mantenerlas, realizar las redirecciones pertinentes y no perder enlaces entrantes.
¿Y si partimos de cero?
Si empezamos con un lienzo en blanco, las tareas de planificación son mucho mayores. Hay muchas y no voy a nombrarlas todas, pero las más destacadas son:
Cuando tenemos la libertad de crear lo que queremos, es clave delimitar el número de revisiones, ceñirse a los objetivos y cumplir los plazos de entrega.
Sin esto, es fácil caer en el síndrome del perfeccionismo.
Como puedes ver, el precio final de una página web dependerá (en gran medida) de las funcionalidades y características específicas requeridas, y puede variar ampliamente dependiendo de las necesidades del cliente.
Este punto es una obviedad, pero hace falta mencionarla. Existen dos términos importantes a la hora de dimensionar una página web. Las secciones y el número de páginas.
Un ejemplo real de web compleja con 3 niveles de profundidad y más de 40 URL’s. Como podrás imaginar, su coste no es precisamente bajo.
Cada vez son más habituales las webs monopágina (onepage) y las páginas de aterrizaje (landing page) que simplifican mucho la navegación al usuario y se utilizan para vender un servicio o validar una idea de negocio. Estas pueden ser muy cortas y rápidas de diseñar, o muy largas y con muchas secciones.
Decir que “la web será barata, ya que solo es una landing” es adoptar un punto de vista muy limitado.
No soy amigo de las plantillas.
La experiencia me demuestra que no son mejores en casi ningún aspecto. Incluso ni en la velocidad a la hora de implementarlas. El tiempo que requiere “entender” una plantilla acaba siendo mucho mayor del que uno espera.
Por eso, lo hago todo a medida.
Primero, hay que diferenciar las webs basadas de código abierto como WordPress, y sistemas cerrados de pago por uso (SaaS) como Webflow, Shopify o Squarespace.
Prefiero la opción de WordPress, ya que podemos controlar el 100% del diseño y sus opciones de personalización son casi ilimitadas.
Igualmente, podemos dividir los diseños en 3 grandes categorías.
El santo grial. La tríada del éxito.
Seamos sinceros, la mayoría de páginas web fracasan por no tener este punto resuelto.
Si tu objetivo es vender o tener una web que genere negocio, no puedes prescindir de ellos.
Llegados hasta este punto… hablemos de dinero.
Cash. Money. Inversión.
Aquí te doy algunos precios orientativos para que tengas una idea de lo que puede costar una página web:
Que incorpore un blog y formulario de contacto puede costar a partir de los 1000 euros si se crea a partir de una plantilla. Sin embargo, si el diseño estético es a medida o lo encargas a una agencia de marketing casi seguro, el precio se incrementará. Ten en cuenta el número de páginas.
Un proyecto web con funcionalidades específicas, como un área privada, posibilidad de publicar diferentes tipos de contenido o integraciones con aplicaciones externas, puede costar alrededor de 3.000 euros.
Una tienda online básica con pocos productos parte de 2.500 euros si se diseña con WooCommerce. En el caso de ser con Shopify, el precio podría ser menor, ya que esta plataforma simplifica mucho las cosas. Ten en cuenta que el precio no suele incluir el trabajo de subir el catálogo de productos a la web (y si lo incluye, estará limitado a un número de productos o categorías específicas).
Si se trata de una web 100% a medida, independientemente de su nivel de funcionalidad técnica y que incluya un mínimo de estrategia de ventas, fácilmente partirá de los 6.000 euros.
Voy a tirar de historia un momento y volvemos al presente.
El 12 de marzo del 89 un señor llamado Tim Berners (”Tim” para los colegas) nos cambiaría la vida inventando el protocolo HTTP. Es decir, fue el inventor de lo que hoy día conocemos como página web. Casi nada.
Te presento a Tim
(FOTO)
Han pasado más de 30 años y seguimos cagándola diseñando páginas web. No lo digo yo, es pura estadística: según HREFS (estos entienden un rato de esto) el 90.63% de páginas web indexadas en Google no tienen tráfico.
Parece ser que para muchos lo de diseñar webs que funcionen es como aquella asignatura pendiente que no había manera de aprobar. Pero en este caso no es el profe, no es la materia, tampoco eres tu.
El culpable es de internet, los gurús y las modas
… y de los clientes (a veces)
Si algo hemos aprendido es que ganar dinero por internet no es tan fácil como pensábamos. Son muchos los que se han pasado horas en YouTube suguiendo tutoriales y preguntando en foros como lograr X diseño o posicionar una palabra clave en particular.
Posicionarse en las primeras posiciones en Google no es fácil, ni es barato, ni es rápido. Tampoco vender a través de tu tienda online o tener tantas visualizaciones en YouTube que puedes vivir de ello.
Emo sido engañado
Viendo las estadísticas, es normal caer en depresión y abandonar el proyecto en medio del desierto. Nadie lo visita, no genera negocio… ¿para qué dedicarles horas?
Es como pagar la cuota del gimnasio y no pisarlo nunca. Por desgracia, el hecho de estar apuntado no te pone en forma.
Pero vamos a ver los motivos y ya que estamos, cómo puedes resolverlo.
Una web es un vendedor 24×7.
Una herramienta que te permite comunicar los beneficios de tu producto o servicio a potenciales clientes. Debe poner dinero en tu bolsillo, no a la inveresa.
Además, no te lo vas a creer, la puedes actualizar y todo el mundo ve los cambios al instante (esto duele especialmente a los comerciales de Powerpoint)
Para que esto funcione, es necesario preparar los cimientos:
Hay más, muchas más. Pero sin esto, un proyecto web será un coche sin luces en medio de una autopista en plena noche: invisible.
“¿El titular? Tu mismo, uno que quede bien. Que sea corto y original”
Incluso las empresas profesionales de diseño web suelen tener un proceso similar a este:
Falta algo imprescindible: la estrategia.
Raramente se habla de objetivos comerciales (es decir, de VENDER), de público objetivo, de competencia, de valores de marca o de palabras clave.
Muestras orgulloso tu nueva página web a amigos, familiares y clientes. Pero tras el pico inicial de visitas, llega el vacío. La soledad. La pérdida.
… pero claro, no es fácil. Sabes que no es fácil.
(Recuerda que solo lo consigue uno de cada diez)
Pero ningún empresario o emprendedor hace una web por diversión. Quiere vender, quiere convencer a sus potenciales clientes de su producto y quiere meter dinero en el banco. Lo curioso es que cuando lo pregunto las respuestas suelen ser del tipo…
“Quiero tener más visitas”
Los más aventajados dicen cosas como…
“Quiero recibir peticiones de presupuestos”
“Quiero que vean lo que hago y me llamen pidiendo más información”
Es decir, quiero vender.
Es importante, ya que según el objetivo que persigas, la web tendrá un diseño único y unas funcionalidades específicas. Por lo tanto, para garantizar que tu web atraiga potenciales visitas y los convierta en clientes, es imperativo diseñarlo con el objetivo de ventas en mente desde el principio.
Cuando era director de márketing hacía muchas cosas, entre las cuales el diseño de piezas gráficas para ferias, o lo que es lo mismo pero suena menos sexy: folletos.
En estos trozos de papel había que poner los servicios que ofrecía la empresa. ¿El problema? Que eran muchos, y estaba instaurada la creencia de cuanto más mejor. La idea era que al ofrecer tantos servicios distintos, algo caería por pura estadística.
La lógica nos dice que debería ser así.
Pero somos humanos. Y la lógica no nos pilota, aunque así lo creamos.
En diseño, la Ley de Hicks establece que el tiempo para tomar una decisión aumenta según el número de opciones y su complejidad. Además, añadir todos esos servicios “extra” al lado de la estrella del baile, es equivalente a vestir de blanco a las damas de honor de una boda.
Sin conocer (muy bien) a tu público objetivo, ninguna estrategia funcionará.
No funcionará el posicionamiento orgánico en Google
No funcionarán los artículos en redes sociales
No funcionará el canal de YouTube
… tampoco la newsletter
Los motivos son claros: sin tocar la emoción, no hay acción.
Piénsalo.
Es el equivalente a intentar vender bañadores a ciudadanos de la Antártida. No lo necesitan, no les importa y no les aporta ningún beneficio. Puedes ser el mejor bañador del mundo, el más cómodo y tener un precio genial.
Da igual. No importa.
Si estás pensando en diseñar de nuevo tu web, lo mejor será que empieces a pensar como un francotirador y dejes de lanzar bombas a todo lo que se mueve en el mercado. Los productos o servicios ofrecidos o vendidos por expertos son sinónimo de calidad, fiabilidad y alto valor.
Esto aplica a páginas web o a cualquier ámbito empresarial.
Así de claro.
Nos ponemos muy pesados con esto (hablo en plural porque incluyo a mi copywriter de cabecera), pero no se puede hacer una web que venda sin una investigación previa.
Cuando un cliente nos paga más de 5000€ por un proyecto sabe que no está comprando una simple web. Es más, sería un insulto empezar hablando de diseño y no de sus aspiraciones empresariales i/o económicas.
¿Cómo empezamos? Investigando
Y lo dividimos en dos fases.
Investigación interna, donde entendemos a fondo el negocio del cliente (cliente ideal, miedos, aspiraciones, objetivos, amenazas, fortalezas…) e investigación externa (mercado, competencia, deseos y puntos de dolor)
Esto es tan extremadamente útil que hasta el mismo cliente se sorprende. Las buenas preguntas obligan a exprimir el cerebro. Sin distracciones. No whtasapps, ni twitters, no llamadas.
Pensar. Mucho. Muy a fondo.
Cuando tenemos toda la información…
Con esto, elaborar una página web que estimule el cerebro del futuro comprador es infinitamente más fácil, rentable y efectivo.
Siempre pongo el mismo ejemplo.
Muchas personas “alucinan” con las pasarelas de moda. Vestidos con formas imposibles, tejidos escasos y combinaciones inauditas.
Impresionan. Pero no son funcionales.
La mayoría de personas no las entiende, no las compran, y no las visten. Y lo mismo pasa con los diseños de una web. Haz la prueba.
Tus amigos alucinarán. Tus empleados te felicitarán. Tu competencia te odiará.
… pero los pedidos no llegarán.
¿Cómo resolverlo? Pensando como un pescador (de los de verdad, no dominguero). Usa un tipo de cebo u otro en función del pez que quieras pescar, nunca al reves.
Resumiendo, para tener una web potente de verdad necesitarás (como mínimo) …
Hablemos de precios, de pagar poco y de expectativas realistas.
En el mercado hay seis grandes categorías de precios cuando se trata de diseño web.
Obivamente es una estimación.
Yo solo acepto proyectos a partir de 3.000€ por una razón muy simple: nos puedo diseñar sin tener en cuenta el objetivo comercial y los deseos del cliente final.
Soy incapaz. Me pone nervioso. Siento que pierdo mi tiempo y el del cliente.
Vamos a dejarlo claro: el SEO no es barato, ni es rápido, ni es fácil.
Cada dia que pasa hay más contenido en Google, más competidores y resulta más difícil posicionar un contenido de calidad. Por si fuera poco, hay varios factores que lo complican.
Conocerlos te permitirá identificar si el diseñador web o agencia que hará tu proyecto tiene suficientes conocimientos para garantizar el éxito.
Veámoslos.
El peor escenario, ya que necesitarás un mínimo de 6-12 meses para que Google te tenga en cuenta. Cuando nace un dominio, Google lo valora y lo indexa siempre y cuando cumpla los mínimos (que no son pocos). Cuanto peor sea el contenido, más tiempo tardará en aparecer en sus resultados.
En SEO hay un término llamado autoridad de dominio, que es una especie de puntuación e indica qué tanto relevante es tu web. ¿Cómo se gana autoridad?
Ante un rediseño o mejora de la web hay que priorizar no perder tráfico ni romper los enlaces entrantes. Por lo tanto, realizar una auditoría previa es IMPRESCINDIBLE. Hay que saber qué páginas tienen más tráfico, el motivo y cómo mantenerlo.
Para realizar esta tarea utilizo múltiples herramientas, entre las cuales están las gratuitas (Google Search Console y Google Analytics) de pago (SEMRush, HREFS, Screaming Frog).
En proyectos de alta complejidad con muchas páginas o comercios electrónicos, trabajo conjuntamente con mi buen amigo Edu, uno de los mejores especialistas en SEO de España.
Uno no puede estar en todo…
Como te decía, el SEO cuesta dinero y los motivoso son varios:
Si vas a contrar un diseño (o rediseño) para tu web y quién tienes delante no domina el SEO, o no le da importancia, huye. Si tu proyecto es de nueva creación, te aconsejo contratar (como mínimo) un estudio de palabras clave de tu sector para empezar “con buen pie”.
En cambio, si tu proyecto ya tienen tráfico y quieres crecer de verdad, la inversión mínima mensual en SEO casi seguro rondará los 500€ – 1500€
Hay una frase que reina por encima de todo en Google: “El contenido es el Rey”
Y por si fuera poco, el usuario es cada vez más exigente y detecta rápidamente un texto genérico y sin personalidad. Cuando un usuario visita la web, tienes 5 segundos para captar su atención.
¿Cómo hacerlo?
El primer punto es el gran olvidado. Y si el usuario no lee el titular, no leerá el subtítulo, ni el texto.
PRIMERO LEERAS ESTO
Después esto. Y si te convence…
Continuarás aqui.
Si te lo puedes permitir, contrata a un copywriter.
Cuidado, no confundas la figura del copy con la del redactor de contenidos. Son diferentes.
El primero vende, el segundo informa.
La escritura persuasiva te permitirá conectar (de verdad) con tus clientes a nivel emocional y los llevará de manera natural a tomar acción. Exacto, la acción de tú quieres que haga (agendar una reunión, rellenar un formulario, dejar su email, comprar un producto…)
Recurda que sin conexión emocional, no hay acción.
Un buen especialista en copywriting te hará muchas preguntas para conocerte bien a tí, a tu empresa y a tu público objetivo. Y según esto, te redactará unos textos acorde a tu marca y tu forma de ser o expresarte.
Primero se redacta, y luego se diseña. NUNCA es al revés.
El diseño web puede variar mucho en función del contenido de la web. No es lo mismo dibujar una página web con mucho texto que otra con poco texto. Tampoco necesitarán el mismo nivel de elementos decorativos (logotipos, fotografías, etc).
Por cierto, un buen diseñador web no redacta textos. No es su trabajo.
¿Te gusta escribir? ¿Se te da bien? ¡Genial! hazlos tú, pero deja que un copywriter los revise. Esta figura (como el especialista en SEO) tiene muchos conocimientos de neuromarqueting, ventas y persuasión. Esto hace que pueda aplicar técnicas que no se ven a simple vista, pero que activan palancas en la mente de la gente.
Les invitan a imaginar, a reir, a estresarse y a tomar acción.
Invierte en copywriting.
No soy muy fan de las siglas, pero esta es importante.
CRO = Conversion Rate Optimization
En español, mejorar el ratio de conversiones de tu web. Esto se traduce en:
Como entendido en el mundo web, suelo hacer dos tipos de proyectos: páginas nuevas y rediseños. Las primeras tienen la ventaja de poderlo hacer todo a medida, pero no tienen tráfico. Por lo tanto, no hay histórico, no hay datos y hacemos el diseño basándonos en buenas prácticas.
El objetivo es siempre el mismo: lograr que el usuario haga lo que nosotros queremos.
Los rediseños son más complejos, pero más enriquecedores.
Tenemos visitantes en la web, y eso significa tener data:
Y así hasta mañana.
Estos proyectos requieren enfoques a largo plazo, y por eso el contrato tiene una duración de 6 a 12 meses. Hay que aplicar cambios, experimentar, analizar e iterar mucho en todos los campos: diseño, SEO, copywriting, experiencia de usuario, proceso de compra, etc.
Ojo, eso no significa que los nuevos lo tengan más fácil.
Para nada.
Los proyectos nuevos se centran en conocer a fondo el comprador ideal, ver donde está, qué lead-magnet podemos crear para atraerlo, qué estrategia de venta será mejor, etc. Tampoco es rápido.
Pero vamos al lío.
El título suena a muy aburrido, pero no desconectes que la cosa se pone interesante.
La optimización de la tasa de conversión (CRO) es la práctica de optimizar (es decir, mejorar) tu página web para maximizar la cantidad de personas que realizan una acción específica.
Como es de esperar, una conversión es la acción concreta que quieres que realicen los visitantes.
Por ejemplo
Otra cosa.
Debe ser medible.
¿Cómo? Utilizando herramientas como Google Analytics.
Ya conoces el dicho, si no se puede medir no se puede mejorar.
Vale pero… ¿qué es el ratio de conversión?
Pura matemática. El ratio o tasa de conversión (conversion rate en inglés) es el pocentaje de personas que visitan tu web y realizan una acción concreta. Se calcula fácilmente dividiendo el número de conversiones reales por el número de visitantes.
(FOTO DE LA CONVERSIÓN)
Un ejemplo práctico.
Si de 100 visitantes, 3 te compran, tienes una conversión del 3%
…
El objetivo es incrementar esa cifra lo máximo posible.
La respuesta es fácil: afecta a nuestra economía de manera directa.
Pero espera, que hay más.
Si quieres doblar tus ingresos tienes tres opciones:
No sé tú, pero yo me quedo con la segunda (la tercera te la cuento después)
Es más fácil mejorar la conversión (por ejemplo, x2) que doblar el tráfico de una web. El ratio esfuerzo / beneficio es mucho mayor si nos centramos en optimizar la web.
Te pongo un ejemplo.
El simple hecho de hacer un botón de compra más grande o poner más de una caja de suscripción a lo largo de un texto, puede doblar o triplicar el ratio de conversión.
Hacer eso pueden ser 5 minutos y testar si funciona unas 48 horas.
¿Compensa, verdad?
Por este motivo, el retorno de la inversión (ROI) cuando se pone foco en optimizar una web es muy superior a cualquier otra inversión que puedas hacer (compra de enlaces, publicidad, etc).
No lo digo yo, mira en LinkedIn
Cada vez hay más ofertas de expertos en CRO y hay estudios donde más del 60% de empresas afirman que mejorar las tasas de conversión es una prioridad cada vez mayor.
FOTO ESTUDIO con gráfico (buscarlo)
Y es lógico.
…
Si tienes tráfico en tu web, cuídalo.
¿Quieres saber cómo aumentar el CRO de manera drástica?
Modificando el precio.
Esta es una de las maneras. Ya sabes, ofertas, promociones, descuentos…
Esta es una técnica que utilizan muchas (la mayoría) de tiendas online a día de hoy. Nada más acceder a la web te ofrecen un 10% de descuento con el objetivo de convertir esa visita en una compra.
Pan para hoy, hambre para mañana.
…
Te pongo un ejemplo:
Si hoy mismo Mercedes-Benz empieza a vender coches con un 50% de descuento, su tasa de conversión pasaría del 5% al 30%, pero la empresa quebraría. Sería insostenible.
Por lo tanto…
Aumentar el CRO te puede traer más facturación, pero no más beneficios
Llegaos hasta aquí, vamos a ver cómo empezar a medir.
Auditorías.
No intuición.
No “creo que” o “diría que”
No “tengo un amigo que me ha dicho que cambie esto”
Auditorías con datos. Chicha de la buena.
Este paso es fundamental. Y por eso cuando un cliente nos contrata, solemos ser los que presentan una oferta más elevada (aquí no hablamos de caro o barato)
Muchos se lo saltan y van directos al diseño. Error.
Analizar la situación actual y definir de manera clara y concreta los objetivos. Recomiendo mucho ponerse en dos o tres escenarios: pesimista, regular y optimista. Decir que el objetivo es pasar del 2% al 10% de conversión cuando la media del sector es del 5% puede ser arriesgado.
Las herramientas de análisis como Google Analytics o Search Console nos pueden dar todos los datos necesarios para tomar el punto de referencia. Por ejemplo:
Recuerda que hay variables temporales que pueden alterar los resultados, sobre todo en productos o servicios estacionales. El CRO de un gimnasio será muy alto en septiembre y pésimo en agosto.
Empieza la fiesta.
¿Variables? ¡Muchas!
Te pongo un ejemplo práctico (y muy habitual)
La página que más tráfico tiene, su conversión es baja. En cambio, otra con pocas visitas tiene una alta tasa de conversión. Una vez analizada, resulta que el formulario de la página “TOP” no funciona. El captcha no carga y el cliente no puede suscribirse.
Así de absurdo puede ser.
Cada caso es diferente y las he visto de todos los colores. Algunos son fáciles de detectar y corregir (como los de tipo técnico) y otros no tanto, como la psicología de venta.
Usando herramientas tipo Hotjar / CrazyEgg y mapas de calor.
He decidido documentar esta situación por varios motivos. El primero y más obvio, es que me ha tocado lidiar con esta situación con un cliente de otro cliente. Y el segundo, es que hay poca información al respecto y los artículos que he encontrado son bastante superficiales.
La mayoría se centran en las alternativas a la plataforma Vimeo. Es decir, lo resuelven animándote a cambiar de plataforma.
Es la solución lógica, pero que no resuelve el problema de raiz.
A este fenómeno lo llamo “el síndrome de los teleoperadores” y funciona más o menos así:
— Don David, le informo que vamos a subirle 20€ la cuota mensual de la fibra que tiene contratada.
— ¡No me jodas! ¿A cuento de qué? ¿Me vas a mejorar la velocidad?
— Lo lamento, pero no. Es una subida general de precios.
…
¿Qué hacemos ante estas situaciones? (Aparte de homenajear a toda la familia del que fundó la empresa)
Cambiar de compañía
Y beneficiarnos de otros 12 meses más iniciales de precio especial.
¿Da palo? Mucho
Cambiar el proveedor es una opción, pero no la única.
En este artículo os cuento algunas de las mejores alternativas a Vimeo y otras opciones más beneficiosas para tu bolsillo para resolver esta situación. Doy por hecho de que si estás aquí es que tienes una membresía con muchos vídeos, así que atiende que te interesa.
Vimeo te habrá notificado con un maravilloso correo que contiene este título:
Attention! Your Vimeo account may be deactivated
Si lo ignoras, te seguirán enviando emails cada día con advertencias, hasta que se te notifica el día del bloqueo de cuenta. Cuando llega la fecha, tus videos dejan de funcionar.
Así de claro.
El motivo de suspensión es muy simple: tu cuenta consume de media más ancho de banda que el 99% de los usuarios de Vimeo. ¡Estás dentro del selecto grupo del 1%!
Te felicitaría, si no fuera que es más bien una putada.
No voy a aburrirte explicándote que es el ancho de banda, así que te haré un resumen rápido.
Vimeo tiene en cuenta dos grandes factores:
Con estas dos variables determinan sus planes de precios, con un límite mensual y anual.
Con esto sobre la mesa, tú haces tus cálculos básicos y decides el plan que más se ajusta al volumen de vídeos que vas a subir mensualmente o anualmente.
¿No te has dado cuenta?
El límite de ancho de banda no figura.
Perdón, sí figura, pero en la letra pequeña.
Ancho de banda ilimitado (sujeto a uso legítimo)
Si nos vamos al final de la página, nos encontramos con este párrafo:
Por lo general, no limitamos el consumo de ancho de banda ni imponemos cargos adicionales por él en las cuentas de autoservicio (es decir, los datos que se usan para ofrecer los videos a tus espectadores). Sin embargo, esta política está sujeta al uso legítimo: si tu uso total de ancho de banda en todas las cuentas que controlas es mayor que el del 99 % de los usuarios de autoservicio de nuestra plataforma en cualquier mes calendario (actualmente, cerca de 2 TB por mes), podríamos comunicarnos contigo para ofrecerte un plan más acorde a tus necesidades. La mayoría de las cuentas de Vimeo nunca alcanzan ese umbral.
Efectivamente, un plan de 6.000 euros 🙂
El ancho de banda no parece ser un problema, pero puede llegar a serlo para las membresías. La reproducción de vídeos es un devorador de recursos. Muchos usuarios se quedan sin datos 4G en su teléfono móvil por pasar horas escuchando música a través de YouTube (y no Spotify).
La diferencia en megabytes es abismal.
¿Entonces qué debes hacer? Lo primero, es revisar los datos de consumo…
Aquí puedes ver el volumen de datos mensual y anual.
Si consumes más de 2TB (2.000 Gigabytes) al mes, tarde o temprano Vimeo te enviará el email de los 6K€ anuales.
Si tienes una membresía estarás en una de estas dos situaciones. Ambas pueden hacer que llegues fácilmente a estos 2TB de consumo mensual.
Si la plataforma de video ya se ha puesto en contacto contigo es que has superado varias veces el límite mensual. Es importante saber que si puntualmente superas el umbral de los 2TB mensuales, seguramente Vimeo no te contacte. Pero si esto pasa de manera regular… más pronto que tarde te invitarán a pasar por caja con un plan “a medida”.
Veamos que puedes hacer.
Y pagar dos cuotas mensuales, sí.
Pero juntas no llegarán (ni de lejos) a los 500€ mensuales que te pide Vimeo.
La transición es fácil. Si vas muy pasado con el volumen de datos mensual, lo mejor será borrar algunos videos de tu cuenta vieja y pasarlos a la nueva. Hecho esto, solo tienes que modificar los enlaces a los videos en tu membresía.
En caso de que estés a poco de llegar al límite, empieza a subir el contenido nuevo a tu cuenta secundaria y ve controlando el volumen de datos de la principal.
La opción que menos me convence, básicamente por varios motivos.
Cada vez más existen plataformas que te lo dan todo bajo una misma cuota mensual:
Es lo más parecido a un viaje a la Rivera Maya con pulsera de todo incluido. A medida que tus necesidades crecen, también lo hace la cuota mensual.
Las más populares son Kartra y Kajabi, pero hay muchas más.
¿Inconvenientes?
El primer punto no es preocupante, ya que las cuotas suben en función del nº de usuarios que tienes. Y en una membresía, más usuarios = más dinero. No te importará pagar más si ganas más.
Pero el punto dos, el tener todo el negocio en manos un tercero… eso me inquieta.
Con el binomio WordPress + Vimeo + Stripe, tienes un mayor control del negocio, pero los problemas técnicos y el tiempo consumido en gestiones es mucho mayor.
No existe la solución perfecta
Veamos más opciones.
Y ahora pensarás…
¡Pero cómo voy a dejar de subir contenido! ¿Estás loco?
Quizá, pero deja que me explique.
Si revisas la analítica de tus videos quizá identifiques oportunidades de mejora.
Ejemplos.
En función del tipo de membresía que tengas, es posible que alguno de tus videos tenga muy pocas visualizaciones o ninguna. Si el contenido no es relevante y no forma parte de una secuencia de vídeos, podrías considerar eliminarlo.
Pero ojo, eso solo aligerará el peso total de tus videos. Apenas se notará en el ancho de banda.
Los puedes tener en tu disco duro, pero no tienen porqué estar en la plataforma de streaming.
¿Nadie los echará de menos porque hay contenido de sobra?
Elimínalo.
Muchas membresías son mensuales, y a pesar de que eliminar un video que tiene reproducciones pueda parecer un suicidio, los nuevos usuarios (incluso los actuales) pueden no darle importancia. Y tú seguirás ingresando tus dineros cada mes.
Ojo, esto solo aplica donde los videos no forman parte de una cadena de contenido. Si tus videos son consecutivos porque forman parte de un curso de formación, no lo hagas.
Si estás grabando el contenido en resoluciones muy altas (2K o 4K) deberías replantearte si es necesario. En la gran mayoría de casos, con el formato Full HD es suficiente.
Veamos un ejemplo.
Si en estos videos muestras tu pantalla y tienes muchos elementos de texto, la resolución extra puede ayudar (como podría ser una academia para aprender a programar).
En cambio, alguien que en su membresía enseña a hablar en público, la calidad del audio sea un aspecto más relevante que no la resolución.
Y por último… ¿Desde qué dispositivo se reproducen tus videos?
El ojo humano no aprecia la diferencia entre Full HD y 4K en la mayoría de casos. La distancia entre la pantalla y nuestros ojos, el tamaño de pantalla y la densidad de píxeles influyen en esto.
Ya no tienes nada más que aportar
Empezaste tu membresía con 15 videos y cobrando 10€ al mes. Tus gastos de mantenimiento eran bajos (Vimeo, plataforma de email marketing, programa de facturación…)
Han pasado dos años, y ahora…
Algo no cuadra.
Tienes mucho más contenido que al inicio y estás ofreciendo más valor… por el mismo precio.
Toca subir tarifas, como mínimo, a los nuevos miembros.
Como te decía en la introducción, esta situación hay que abordarla desde un punto de vista más estratégico. Es cuestión de tiempo que todos los operadores empiecen a cobrar por el ancho de banda.
El motivo es muy simple: el precio de la energía.
Los vídeos requieren más cantidad de datos entrando y saliendo de los servidores, y eso aumenta el consumo de energía. También es cierto que los servidores son cada vez más eficientes, y los compresores de vídeo nos permiten disfrutar del mismo contenido con un peso menor.
Subir contenido a internet no es gratis. Tiene un coste energético y medioambiental cada vez mayor, y las empresas empiezan a hacer pagar por ello.
…
Por cierto.
Si tienes la tentación de escribir un email bien gordo y largo contándome tu situación al detalle, no lo hagas. Ahórratelo. Te doy una opción mejor.
Superfácil. Aquí abajo.
Conocido como Japanese keywords hack o ataque de SEO negativo japonés. Este malware spam basado en estrategias Blackhat SEO está afectando a miles de sitios web. Muchos usuarios están reportando al foro de Google capturas de pantalla de sus páginas. El título y la metadescripción aparece con caracteres en japoneses.
Descubrí este ataque a través de un cliente. Tenía el encargo de renovar su página web, y durante la auditoría off-page descubrí más de 190 direcciones tóxicas. ¿Motivos? Su antigua plataforma CMS no estaba actualizada.
Hoy veremos como solucionar el ataque de spam japonés paso a paso y cómo reforzar nuestra seguridad en WordPress.
Puede ser por muchos motivos. Las plataformas más afectadas por este ataque de spam han sido WordPress, Drupal, Joomla! y Magento. ¿Sorprendido? Los tres CMS más utilizados en internet para la creación de contenidos. Aunque son sistemas muy seguros, la falta de mantenimiento de estos sitios genera peligrosas vulnerabilidades.
Estas páginas de SPAM basadas en SEO Blackhat se autogeneran y contienen enlaces de afiliación a tiendas que venden productos de marca falsificado. Los hackers generan ingresos pasivos gracias a estos enlaces salientes insertados en tu página. Es un “linkbuilding” a gran escala para incrementar visitas.
Uno de los grandes motivos es la falta de actualizaciones. Estos agujeros son “puertas traseras” por las cuales los crackers inyectan los códigos maliciosos. No es solo un problema de SEO, no basta con limpiar las SERPs de Google. Debemos desinfectar nuestra web y cerrar las puertas para evitar una réplica.
Existen varios métodos para verificar si tu sitio web ha sido infectado.
Accede a Google.com a través de tu navegador y escribe
site:[URL de tu web]
Con esta instrucción, Google te mostrará todas las URL’s indexadas de tu dominio. Revisa los resultados en búsqueda de alguna dirección sospechosa que tu no hayas generado. Si has sido atacado por spam japonés, lo verás rápidamente. Tanto el título como la meta descripción quedan afectados y aparecen textos en japonés.
Repite la prueba en otros buscadores como Bing o Yahoo. Son menos populares, pero también indexan páginas. Si has sido hackeado, hay posibilidades de réplica.
A través de la pestaña Seguridad y Acciones Manuales podrás verificar si existe alguna alerta por parte de Google. Si la hay, te mostrará las URL’s infectadas.
Si accedes a una página afectada, probablemente de devuelva un error 404 o no encontrado. ¿Significa que estoy a salvo? Para nada.
El cloacking (ocultación) es una técnica black hat SEO ? muy común, basada en mostrar un resultado u otro en función de quién la visita (usuario o google bot). Lógicamente es una práctica penalizada por Google ya que su objetivo es manipular los resultados de búsqueda.
Para verificar las páginas, accede a la pestaña Inspección de URL’s en Google Search Console, escribe la URL, analízala y luego pulsa el botón “Ver página rastreada” y “Más información”. Se abrirá un informe más detallado en tu derecha.
¿Te devuelve un código 200 OK? Perfecto, tu página no contiene contenido oculto.
Antes de realizar el proceso de eliminación, debes tomar en consideración algunas acciones manuales para evitar que tus lectores sean enviados a estas URL’s fraudulentas. Recuerda que tu comunidad es tu mayor activo y debes protegerlos.
El proceso de desinfección se divide en dos fases. Primero os mostraré como limpiar WordPress y después como forzar la desindexación o eliminación de las URL’s tóxicas de Google. El proceso será el mismo para los otros buscadores.Para realizar estas acciones necesitas tener nociones básicas de FTP. Te recomiendo hacerlo a través de un gestor de archivos como FileZilla o a través del cPanel. Si en algún momento te pierdes, contacta con tu hosting. Si no te atienden, cámbiate al mejor hosting para WordPress 🙂
El primer paso es analizar tu ordenador en busca de malware. A parte de WordPress, debemos descartar que tengas archivos infectados en tu equipo. Por ejemplo, pueden acceder a la contraseña de tu FTP si estás utilizando un cliente en local.
Utiliza un antivirus que tenga en cuenta el malware como ESET o Norton.
Accede a tu panel de administración en tu hosting y realiza un cambio de contraseña. Además, modifica también el password de acceso a los archivos FTP. No pongas un password cualquiera, utiliza una combinación de alta seguridad de mínimo 16 caracteres. Utiliza un generador de contraseñas y anótala en un sitio seguro. La mejor contraseña es aquella que no puedes recordar.
,x<9]:ZskD+w&fUGF5z<~_b!$/Y*@s-t
Accede a la página oficial de WordPress y obtén la última versión. Debemos machacar los archivos antiguos por los nuevos. Una instalación limpia nos garantiza que los archivos core están libres de spam.
Descomprime los archivos en una carpeta local en tu PC o Mac. Puedes utilizar cualquier herramienta gratuita como WinRAR o 7Zip. Luego seguiremos con ellos…
Dentro de la carpeta de WordPress deberías ver una estructura de archivos como esta:
wp-admin wp-content wp-includes index.php license.txt readme.html wp-activate.php wp-blog-header.php wp-comments-post.php wp-config.php wp-config-sample.php wp-cron.php wp-links-opml.php wp-load.php wp-login.php wp-mail.php wp-settings.php wp-signup.php wp-trackback.php xmlrpc.php
ELIMINA todos los archivos excepto la carpeta wp-content i el archivo wp-config.php
Ahora, deberías ver solo estos dos elementos:
wp-content wp-config.php
Accede al cPanel > Gestor de Archivos, localiza el archivo wp-config.php y edítalo. Revisa que no exista algún código de apariencia sospechosa. Si está infectado, verás una larga cola de texto aleatorio similar a esto:
$ O_O0O_O0_0 = urldecode ( "% 6E1% 8A% 62% 2F% 6D% 615% 5C% 76% 740% 6928% " );
Para estar doblemente seguro, puedes compararlo con el archivo original de WordPress wp-config-sample.php que hemos descargado y descomprimido anteriormente.
Puedes utilizar el programa sublime text para editar el archivo PHP que está en local. Es gratuito y compatible con PC y Mac.
Ahora accede a la carpeta wp-content. Deberías ver lo siguiente:
plugins themes uploads index.php
Haz una lista de los plugins que estás utilizando actualmente. Después elimina la carpeta plugins y el archivo index.php. No te preocupes, volveremos a instalar los plugins una vez acabemos este proceso.
Ahora accede a la carpeta themes y revisa manualmente los archivos de tu plantilla. Igualmente, si quieres estar seguro, te recomiendo volver a descargar la plantilla desde su web original e instalarla de nuevo. Si optas por esta opción (recomendada) puedes eliminar la carpeta themes.
Revisa también la carpeta uploads y verifica que no hay archivos sospechosos. En este espacio se almacenan los medios que subimos (normalmente fotografías en JPEG y PNG). Si detectas una archivo inusual (por ejemplo, un php) debes eliminarlo.
Sube los archivos frescos de WordPress que hemos descomprimido al servidor a través de FTP. Recuerda que si has borrado la carpeta themes, deberás volver a cargar la plantilla una vez accedas al panel de administración de WordPress.
Ahora deberías tener acceso al panel de administración y poder cambiar la contraseña.
Soy muy pesado, pero es importante introducir una contraseña larga y difícil. Utiliza un generador de contraseñas para no correr riesgos. Si optas por algo simple al estilo “Yogui777” tu página volverá a ser jaqueada. Hecho esto, revisa la lista de los plugins que tenías operativos y vuelve a instalarlos. Pero antes una advertencia…
No instales plugins que no estén actualizados. Si esto pasa, busca una alternativa al mismo. Una extensión desatendida es un potencial agujero de seguridad.
Por motivos de seguridad y para evitar dejar cabos sueltos, revisa si hay algún usuario no autorizado con acceso a la web en tu Search Console. Si es así, elimínalo inmediatamente. Puedes consultar aquí los pasos a seguir para ver los usuarios verificados y gestionar sus permisos.
Uno de los archivos más importantes de WordPress es el .htaccess. A primera vista no lo verás dentro de la FTP, ya que está marcado como oculto. Para verlo, utiliza tu programa FTP (FileZilla por ejemplo) y activar la opción “Ver archivos ocultos”. Seguidamente abre el archivo y verifica que no haya alguna instrucción maliciosa.
Un archivo .htaccess limpio deber contener lo siguiente:
# BEGIN WordPress <IfModule mod_rewrite.c> RewriteEngine On RewriteBase / RewriteRule ^index\.php$ - [L] RewriteCond %{REQUEST_FILENAME} !-f RewriteCond %{REQUEST_FILENAME} !-d RewriteRule . /index.php [L] </IfModule> # END WordPress
Ahora tu página web ya está libre de malware, y debes notificarlo a Google. Accede nuevamente al apartado de seguridad de Google Search Console y marca como solucionado el problema.
¿Hemos acabado? Técnicamente sí, pero vamos a ir un paso mas allá y forzaremos la eliminación de las URL’s tóxicas de los índices de Google.
Para eliminar estás direcciones debenos notificar a Google su eliminación mediante la herramienta de eliminación de URL’s disponible en la versión antigua de Google Search Console.
Para acceder a ella, debes ir al panel izquierdo y hacer click en la última opción “Ir a la versión anterior“.Menú Indice de Google > Eliminar URL’s > click en Ocultar Temporalmente
Introduces la URL tóxica y confirmas su eliminación.
Y así sucesivamente hasta eliminar todas las URL’s tóxicas. Como he mencionado inicialmente, yo tuve que eliminar a mano más de 190 direcciones. Por desgracia no existe el modo “bulk” para hacerlo masivamente, y cuando Google solo permita la versión nueva de Search Console esperemos que no esta opción se incorpore.
Si genera errores 404, con el tiempo se acaban desindexando, pero es un proceso más lento. Por cierto, ¡No hagas redirecciones 301!
Veréis que las peticiones quedan como Pendiente. Es normal, pasadas unas 48-72 horas su estado cambiará y las direcciones habrán sido eliminadas de los índices de Google.
¡Ya has solucionado el problema! Ahora debes reforzar la seguridad de tu WordPress. Si te han infectado el site, será por algún motivo. Veamos algunas acciones que puedes aplicar desde ya para mejorar la seguridad de tu página web.
Espero que todo esto te sirva para solucionar este problema 🙂
How to remove malware from WordPress by SecurePress
How to fix japanese keywords hack by WPHacked
Fixing the japanesse keyword hack by Google.com
Japanese SEO Spam, causes and fixes by CzarSecurities
¿Soy el único enamorado de los archivos vectoriales? ¡Todo son ventajas! Cada vez hay más páginas web que utilizan este formato escalable y progresivamente se ha ido trasladando al diseño, aunque WordPress no lo integra de forma nativa.
No es un formato nuevo precisamente. La World Wide Web Consortium (W3C) empezó a trabajar con él hace ya 20 años. Desde entonces la organización recomienda el uso de la versión SVG 1.1 por ser compatible con la gran mayoría de navegadores web en todas sus versiones (Escritorio y Mobile).
Te preguntarás… ¿Si tiene tantos años, por qué no se utilizó antes?
El renacimiento del formato SVG es la respuesta al aumento imparable (y desmesurado) de dispositivos móviles y la irrupción de las plantallas de alta resolución (Retina display) que superan los 300 píxeles por pulgada.
Es un formato de archivo estándar, pero que contiene gráficos vectoriales escalables basados en XML (un meta-lenguaje de programación). Este formato permite generar gráficos bidimensionales, animados e interactivos. ¿En qué se traduce esto? En una mejor experiencia de usuario, muy relacionada con el consumo de contenido a través de smartphone y tablet.
Esta misma web utiliza muchos elementos en formato SVG, y cada vez son más las páginas que adoptan este formato. De momento, se estima que solo un 3,4% de las páginas utilizan este formato, pero ofrece tantas ventajas sobre otros formatos que acabará estandarizándose. Como puedes observar, el formato vectorial es cada vez más popular y ha venido para quedarse.
Por suerte los navegadores web más populares son totalmente compatibles con SVG, excepto el viejo y querido Microsoft Internet Explorer 8, que como muestra la gráfica, tiene los días contados. Google Chrome sigue siendo el navegador preferido por los usuarios, y su nivel de adopción es imparable.
Los gráficos vectoriales son muy atractivos para los diseñadores web o los especialistas en experiencia de usuario (UX), ya que permiten mostrar logotipos, iconos y botones siempre a la máxima calidad sin importar el tipo de pantalla que utilice el usuario. Además, su tiempo de carga es muchísimo más bajo y pueden ser comprimidos mediante la función gzip.
Fijaos que la mayoría afectan directamente al SEO. La primera mejora la experiencia de usuario y puede generar un aumento de permanencia en la web. La indexación y el tiempo de carga son factores directos. La última… es una opinión personal 😉
Ahora que ya sabes qué es un archivo SVG, porque se utiliza y cuales son sus principales ventajas, vamos a abordar como crear, editar y exportar un archivo SVG. Para hacer esto, necesitarás tener el todopoderoso Adobe Illustrator CC, el mejor software del mercado para el diseño gráfico vectorial. Si no lo tienes licenciado, puedes descargarte su versión de prueba de 7 días.
¿Quieres empezar YA a utilizar archivos SVG?
Puedes descargar iconos vectoriales gratuitos en Flaticon y Freepik
Hago este post porqué hay varias maneras de exportar un archivo SVG con Illustrator CC. En la última versión de CC, las 3 opciones son válidas, pero no en versiones anteriores donde el formato SVG aparece solo en “Guardar como”. Veamos cuales son estas opciones…Archivo > Exportar > Exportar Como
En la versión CC sí se puede exportar SVG desde este panel.Archivo > Guardar para web (heredado)
Perfecta para exportar archivos JPEG, PNG o GIF. Ni rastro del SVG aquí 🙁Archivo > Guardar Como
La mejor opción para las versiones CS6 y CC al ser 100% compatible.
Así pues, para exportar correctamente los archivos SVG desde Illustrator, la opción Archivo> Guardar como funcionará en todas las versiones de Illustrator.
¡No hemos acabado! Veamos las opciones de guardado…
Si tienes varios diseños vectoriales dentro de la mesa de trabajo (por ejemplo 10 iconos web), puedes marcar la opción “Usar mesas de trabajo”. De esta manera, Illustrator exportará los 10 archivos de golpe, ahorrándote así unos cuantos minutos de trabajo.
Una vez se abra el primer cuadro de diálogo, click en “Más opciones” para acceder a toda la información.
Como he comentado anteriormente, es importante utilizar SVG 1.1 por ser la opción recomendada por la W3C. La versión “Tiny” fue diseñada hace ya muchos años para dar soporte a sistemas operativos más minoritarios. Por otra parte, siempre uso 1 decimal porqué ofrece una calidad suficientemente alta. Subir esta cifra a 5, generaría un vector con más puntos, lo que se traduce en un archivo más pesado (el doble). Lo he comprobado incluso con ilustraciones con muchos trazos y a ojos del usuario, la diferencia es imperceptible.
Si trabajas con tipografias, debes transformar el texto en objeto antes de exportar a SVG.
Es un proceso muy simple. Basta con seleccionar el texto en Illustrator, botón derecho y seleccionar “Crear contornos”. Con este proceso, nos garantizamos un texto bien vectorizado, escalable y sin deformaciones una vez creado el archivo SVG.
Ten muy presente que a diferencia de los mapas de bits formatos por píxeles de colores como JPEG o PNG, los SVG están formados por códigos de programación XML y podrán ser editados fácilmente una vez exportados. Más adelante hablaremos sobre la seguridad de los archivos SVG en WordPress.
Ya hemos exportado el archivo SVG desde Illustrator de forma correcta. ¿Se puede subir ya a WordPress? Sí, se puede. Pero antes de publicar nuestro archivo, vamos a comprimirlo y a sanearlo. Para hacer este proceso, yo utilizo la herramienta online gratuita de Vecta.io llamada Nano SVG. Puedes subir archivos de uno en uno o en modo bulk.
Como podéis ver, es una herramienta todo en uno que nos garantiza un archivo ligero y seguro. Por último, solo nos quedará habilitar SVG en WordPress. Se puede hacer de dos formas; mediante código o utilizando un plugin gratuito. En mi caso, opto por la segunda opción por motivos de eficiencia.
Por ejemplo, he descargado el logo de WordPress en formato SVG desde Flaticon. Al pasarlo por el compresor…
¿Resultado? 2.039 bytes versus 1.213 bytes, una compresión del 40%
Además, el código ha sido saneado y comprimido. Fijaos la diferencia al abrirlo con Sublime text.
¡El último paso! Los que utilizáis WordPress y habéis intentado cargar un archivo vectorial como si de una foto se tratase, os habréis encontrado con esto:
Por razones de seguridad, este tipo de archivo no está permitido.
Uhhh… ¿da miedo, eh? WordPress debe advertirnos y hace bien.
Como hemos visto, un archivo SVG puede contener scripts maliciosos y poner en peligro nuestra página web. Para solucionar esto, instalaremos el plugin Safe SVG (SVG Segura). Este complemento nos habilitará la subida de arhivos SVG y nos dará visibilidad de los mismos en la librería del CMS. Además, analizará el archivo en busca de potenciales códigos maliciosos.
Guía de uso SVG de Adobe
Archivos SVG en W3C
Sitio web de Creative DropLets
Sitio web de SitePoint