Pero vamos a lo importante.
Aquí es donde se supone que para impresionarte debo contarte todo tipo de cosas que casi seguro no te interesan. Por ejemplo mis estudios, dónde vivo, qué hago en mi tiempo libre o si soy vegano por ser amante de los perros.
Esto no va a pasar.
Mi trabajo va de otra cosa.
Tengo la capacidad de diseñar y programar páginas web a medida.
No uso plantillas no. Todo a medida, como los trajes caros.
Los americanos tienen un concepto para describir lo que hago: Full Stack Designer. En español vendría a ser «Puedo hacerte un proyecto de cero a cien».
No suena tan potente, no tiene la misma fuerza. Seamos honestos, nos vendemos fatal.
¿Y por qué te cuento esto?
Para advertirte que para tener una buena web no vale con poder pagarla. Eso sería muy fácil. Si tu objetivo es marcar la diferencia en tu sector necesitas mucho más que dinero. Por ejemplo...
Si el producto o servicio que vendes es malo, no hay web que lo arregle. Utilizar fotos de stock no te hace parecer más profesional. Ni tampoco adoptar las últimas tendencias de diseño gráfico. Y mucho menos el copiar los textos de tu competencia.