✺ Mentoría

Hay muchas razones por las cuales querer ser un diseñador web profesional, pero hay una que destaca entre todas: tener una vida libre, abundante en tiempo y dinero. Pero hay más:

Ser tu propio jefe para tener el control y decidir con quién trabajas, cuando y con qué condiciones.

Realizar proyectos que te llenan colaborando con otros profesionales que te hacen mejor.

Generar tu propia marca y formar parte del selecto grupo de nómadas libres de ataduras.

Resolver los problemas de tus clientes con creatividad y estrategia.

Vive tu propia vida sin esperar que alguien te diga cuantos días de vacaciones te quedan.

No tener un techo salarial y tener la capacidad de apalancarte en el mundo digital para facturar más.

Hoy, no basta con ser bueno diseñando. Debes aprender a vender con tarifas altas, tan altas como puedas. Es la diferencia número uno entre los que viven y los que sobreviven. Y es que casi todos los diseñadores tienen dificultades a la hora de...

Calcular el coste real de un proyecto y el márgen de beneficio REAL que les queda.

Cómo destacar como profesionales en un mercado saturado y lleno de cuñados.

Conseguir nuevos clientes mientras trabajan con sus clientes actuales a jornada completa.

Cómo pararles los pies al cliente tóxico que pide cambios constantes y que nunca estará satifecho.

Lograr un equilibrio entre vida y trabajo para evitar que tu pareja te deje por su gato (que le hace más caso).

Depender demasiado de las agencias que pagan poco y exigen más que la Hacienda española.

No tener estabilidad económica al no tener un sistema de ventas y confiar en el temido boca--a-boca.

¿Te suena? 

Sé lo difícil que es salir de esta situación. Varias crisis de ansiedad y noches sin dormir me avalan. Pero supe reaccionar a tiempo, y un cambio de enfoque empresarial y recibir la formación adecuada cambió por completo mi situación. ¿Qué marcó la diferencia?